Un pie en Marte, con el ‘Curiosity’
13/03/2012
El vehículo todo terreno Curiosity de la misión Mars Science Laboratory (MSL) viaja hacia Marte a bordo de un cohete Atlas que despegó el 26 de noviembre. Es el vehículo mejor equipado que la NASA ha enviado hasta ahora al planeta rojo y dispone de tecnología desarrollada en la Escola Tècnica Superior d'Enginyeria de Telecomunicació de Barcelona (ETSETB), de la UPC.
Si todo transcurre con normalidad, el Curiosity llegará a su destino el mes de agosto después de recorrer millones de quilómetros. El objetivo de la misión MSL, un laboratorio científico en Marte, es estudiar la superficie del planeta rojo mediante los instrumentos alojados en el Curiosity. Entre estos se encuentra una estación de monitorización medioambiental llamada REMS (Rover Environmental Monitoring Station). Es la aportación española a la misión y se encargará de medir la temperatura del aire y del suelo, la presión atmosférica, la radiación ultraviolada y la humedad, así como la velocidad y la dirección del viento.
Para medir el viento, el sistema que han desarrollado los investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB) se basa en el principio físico conocido como anemometría de hilo caliente. El método tradicional de hacerlo, que se ha usado con éxito otras veces, consiste en calentar un hilo de platino (muy utilizado en electrónica porque su resistencia es sensible a la temperatura) mediante un corriente eléctrico y medir el cambio de temperatura cuando el viento lo refrigera. Es precisamente la diferencia de temperatura lo que permite saber la velocidad del viento.
Pero, más que el método de medición, la diferencia fundamental implementada por el equipo de la UPC respeto a otras soluciones es la utilización de varios volúmenes a temperatura constante. De este modo el sensor es más eficiente energéticamente que los existentes hasta ahora.
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Para medir el viento, el sistema que han desarrollado los investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB) se basa en el principio físico conocido como anemometría de hilo caliente. El método tradicional de hacerlo, que se ha usado con éxito otras veces, consiste en calentar un hilo de platino (muy utilizado en electrónica porque su resistencia es sensible a la temperatura) mediante un corriente eléctrico y medir el cambio de temperatura cuando el viento lo refrigera. Es precisamente la diferencia de temperatura lo que permite saber la velocidad del viento.
Pero, más que el método de medición, la diferencia fundamental implementada por el equipo de la UPC respeto a otras soluciones es la utilización de varios volúmenes a temperatura constante. De este modo el sensor es más eficiente energéticamente que los existentes hasta ahora.
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